Sosai Masutatsu Oyama

Sosai Masutatsu Oyama
Nació el 12 de julio de 1923 en Corea del Sur. Su nombre de nacimiento era Choi Young-Eui, pero cuando emigró a Japón adoptó el nombre japonés Oyama Masutatsu.

A la corta edad de 9 años comienza su práctica e interés en Artes Marciales, específicamente Kung Fu Wu Shu. Mas Oyama, siendo adolescente aún, decide emigrar a Japón para alistarse en el ejército y convertirse en piloto; pero la vida le depararía otro destino. Durante ese tiempo se dedica al aprendizaje del Boxeo occidental, lucha olímpica y Judo.

Un día, tras observar a unos estudiantes que estaban entrenando Karate, se interesó por esta Arte Marcial y se acercó al Dojo; era la clase del maestro Gichin Funakoshi en la Universidad de Takushoku, donde él aprendió el estilo Shotokan de karate. Oyama, consideró al maestro Funakoshi, como la persona que le enseño la diferencia entre ser un peleador y llegar a ser un guerrero del Budo.

El progreso en su entrenamiento fue muy impresionante, a los 17 años había obtenido el grado de Nidan (2do Dan), y a los 20 años obtuvo el Yondan (4to Dan). Durante este tiempo se interesó seriamente en el Judo, alcanzando también el grado de Yondan. En ese período entró en Dai Nihon Butokukai, una academia de entrenamiento para el Ejército Imperial Japonés, que se especializaba en la guerra anti-guerrilla, el espionaje, el combate cuerpo a cuerpo y con armas de fuego. Oyama estuvo 2 años en esta organización dentro del grupo de Nagano que se disolvió con la llegada de los países aliados al Japón, al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945.

Posteriormente continuó su entrenamiento bajo la dirección de So Nei Chu, quien también era un ciudadano Coreano (de la misma provincia de Oyama) radicado en Japón, el cual era experto en el estilo Goju Ryu y discípulo del fundador del estilo en Japòn, el maestro Chojun Miyagi. El Sensei So Nei Chu incentiva a Oyama para que realice un retiro en las montañas, con la finalidad de fortalecer sus habilidades técnicas y templar su espíritu.

Fue acompañado por uno de sus propios estudiantes, pero después de seis meses de aislamiento, el estudiante huyó secretamente durante la noche. Oyama tuvo que continuar solo su vigoroso entrenamiento que llegó a ser aún más duro debido a la soledad. Fue en esos momentos que sintió deseos irresistibles de abandonar su entrenamiento y regresar a la civilización. Al saber esto el Maestro So Nei Chu le envío una carta a Sosai Oyama diciéndole que se afeitara una de sus cejas para suprimir su urgencia por regresar; debido a que esto le provocaría mucha vergüenza, y por supuesto a Oyama no le gustaría que nadie lo viera bajo esas condiciones. Esto, junto con otras conmovedoras palabras lo convencieron para continuar con su entrenamiento, decidido a llegar a ser el más poderoso karateka en Japón. Finalizó su entrenamiento después de 18 meses en las montañas.

Unos meses más tarde en 1947, después de volver a la civilización, probó sus habilidades en la división de Karate en el primer Campeonato Nacional de Artes Marciales del Japón, en la categoría sin peso; torneo del cual salió campeón. Sin embargo, él sentía aún un gran vacío en su vida debido a que no había completado los 3 años de aislamiento en las montañas.

Bajo estas circunstancias decidió dedicar su vida completamente al karate, fue así como comenzó otra vez su aislamiento de la sociedad; esta vez escogió la montaña de Kiyozumi localizada en la Prefectura de Chiba. Él escogió este sitio por su ambiente y su paisaje, los cuales producían un levantamiento espiritual.

Desde entonces su entrenamiento llego a ser extremadamente riguroso, 12 horas al día, siete días a la semana. No dejaba días de descanso. Su entrenamiento consistía en sentarse a meditar bajo las frías aguas de las cascadas, golpeando árboles y piedras del río con sus manos, usando los árboles como makiwaras, saltando sobre las plantas de lino a medida que éstas crecían.

En su entrenamiento diario incluyó también un período de estudio de los antiguos textos clásicos de las artes marciales basados en la filosofía Zen, y los escritos del famoso guerrero Samurai Miyamoto Musashi. Oyama estructuró y perfeccionó no solamente un método de Karate propio, sino que también acondicionó su propia mente y cuerpo.

Después de dieciocho meses de riguroso entrenamiento bajó de la montaña, completamente seguro de sí mismo, y sintiéndose capaz de tomar total control de su vida.

En 1950, el Sosai (Fundador) Masutatsu Oyama comenzó a probar su poder combatiendo con toros. En total, él luchó con 52 toros, tres de los cuales murieron instantáneamente, y 49 fueron despojados de sus cuernos utilizando un golpe de sable ejecutado con el borde de la mano (Shuto). En 1957, a la edad de 34 años, casi perdió su vida en México, cuando un toro le alcanzó a cornear, pero a pesar de los pronósticos de los médicos se recuperó.

En 1952, viajó por un año a Estados Unidos, demostrando su estilo de karate en vivo en la televisión nacional. Durante los años siguientes, el Sosai Oyama aceptó todos los desafíos que le presentaron; llegando a combatir con 270 diferentes luchadores, boxeadores y peleadores. La mayoría de estos combates los ganó de un solo golpe de puño. Los combates nunca duraban más de tres minutos, y la mayoría duró no más de unos pocos segundos. Oyama llegó a ser conocido como “La mano de dios”, una manifestación viva de una máxima de los guerreros japoneses “Ichi geki, Hissatsu”, o ,”Un golpe, una victoria”. Esta máxima representaba lo que él perseguía primeramente en las técnicas de Karate.

Las técnicas complicadas de golpes con pies eran secundarias para el (sin embargo también fue conocido por sus poderosas patadas altas).

En 1953, Sosai Oyama abrió su primera sala de entrenamiento en el camino del karate, o dojo, este era un sitio cubierto de césped en Mejiro, (Tokio). En 1956, el primer Dojo verdaderamente oficial se abrió en un local ubicado atrás de la Universidad de Rikkyo. En 1957, ya habían 700 miembros, a pesar del alto porcentaje de abandono debido a la dureza del entrenamiento. Los estudiantes de Oyama consideraban seriamente la práctica del combate libre o kumite. En ese entonces, se tenían muy pocas restricciones, atacar la cabeza era común, generalmente con los pies, con el talón de las palmas de las manos o con los puños. Los agarres, luxaciones y lanzamientos eran también comunes en sus prácticas, así como el manejo de las armas tradicionales del Kobudo de Okinawa.

Fue a raíz de un incidente en su vida personal, siendo atacado por un agresor armado con un cuchillo, cuando Oyama decidiría unos meses después prohibir los golpes a la cabeza o rostro en sus entrenamientos. El agresor que atacó a Oyama resultó gravemente herido por un golpe que le fracturó el cráneo. La técnica empleada fue el Uraken. Desde ese momento, al regresar a sus entrenamientos, prohibiría tajantemente golpear de hombros para arriba en los kumite, aún llevando protecciones en las manos.

En junio de 1964 el Sosai Oyama crea su Sede Mundial, adoptando el nombre Kyokushinkai, que significa “La cumbre de la verdad”. Desde entonces continuó esparciéndose hacia más de 120 países, llegando a ser una de una de las organizaciones en Artes Marciales más grandes del mundo.

El 26 de abril de 1994 en Japón, a la edad de 70 años, Sosai Masutatsu Oyama fallece por cáncer de pulmón.